“Salid de ella, pueblo mío”
Con respecto al futuro cercano, cuando el mundo del hombre influenciado por Satanás esté cerca de colapsarse, Dios dice: “Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido [incrementado] de la potencia de sus deleites” (Apo. 18:2-3).
Acerca de este sistema pagano y satánico, Dios ordena a los verdaderos cristianos, “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis participes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas” (ver. 4).
El Día de San Valentín se origina del paganismo antiguo de este mundo influenciado por Satanás. Este día está diseñado para engañar a la humanidad apelando a los deseos de la carne — o como la Biblia los llama, las obras de la carne. Y manifiestas son [hechas obvias] las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría…borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas” (Gál. 5:19-21). ¿Alguna de estas le suena como Lupercalia?
Fundamentalmente, “los que practican tales cosas no heredaran el reino de Dios”. Un verdadero cristiano está enfocado en el pronto venidero reino de Dios (Mat. 6:33) y el mundo por venir — no en los fuertes deseos carnales de este mundo. Un verdadero cristiano debe esforzarse para “remover el viejo hombre” y activamente imitar el perfecto, recto ejemplo de Jesucristo. Un cristiano sabe que debe salir activamente de este mundo, fuera de sus costumbres, prácticas y tradiciones infectadas del paganismo.
¡Los cristianos no celebran el Día de San Valentín!
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